jueves, 18 de octubre de 2012

El problema sigue arriba


Opinión.

  • El fichaje de Pizzi por 13 millones, detonante del malestar colchonero con su directiva.
Después de oír día sí día también a Gil Marín pasearse por la Cope diciendo que lo mejor para el futuro económico del Atlético de Madrid sería sacar sesenta millones por Radamel Falcao.

Curioso que un directivo con tanto poder dentro del club opine eso, dado que los colchoneros deberían entregar un 50% del traspaso a hacienda, gracias a la deuda que ha generado la gestión de la familia Gil.

Haciendo cuentas, y sin usar calculadora, 47 -precio por el traspaso de Falcao y Rubén Micael- menos 30 -precio por la supuesta venta de Radamel-, me da 17. Es decir, un gran negocio de menos 17 millones de eruros.

Aunque he venido aquí para hablar de lo que realmente me ha desquiciado. La compra del portugués Pizzi por trece millones de euros al Sporting de Braga.

Cabe destacar -ya que, por los minutos que disputó, parece mentira- que Pizzi formó parte de la plantilla rojiblanca durante la pasada temporada, donde fue campeón de la Europa League, pero sin apenas jugar.

El joven luso no contó ni para Manzano, que le dio la oportunidad de jugar frente al Levante, donde marcó un gol y pocos partidos más, en los que tuvo apariciones discretas.

Con la llegada de Simeone la situación no cambió, y un encuentro frente al Racing fue lo más destacado que hizo antes de que llegara el verano.

Durante el periodo estival se produjo una de las operaciones made in Atlético.
El Sporting de Braga renovó la cesión a los madrileños, que cedieron al extremo al Deportivo de la Coruña donde, todo hay que decirlo, ha comenzado con muy buen pie.

Pese al buen arranque de Liga, hay algo que todo director técnico debería tener en cuenta antes de realizar un fichaje. Si tienes canteranos y poco dinero, no puedes gastar más de diez millones en alguien que no supere los 24 años de edad.

Lo que más me desquicia de todo es que, durante el mes de julio, Caminero no quiso fichar a Diego, por su elevada ficha y los seis millones de euros que había de pagar al Wolfsburgo.

Para colmo, un jugador como Fran Mérida, que estaba en la misma situación que Pizzi, pese a que él es atlético desde niño, fue despedido.

La única conclusión que se puede sacar de todo esto es que la directiva de nuestro club prefiere contratar a jugadores que no han demostrado nada en toda una temporada a apostar por la cantera.

Sabia decisión...

Pd: Los periodistas al escribir dejamos de lado nuestro ego y, a diferencia del resto de personas, nos encanta que nos cierren la boca con mejores argumentos. Y más si el futuro de nuestro equipo está en juego.

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