martes, 23 de octubre de 2012

¿Twitter es libre?


  • La red social más importante periodísticamente hablando no está limpia del todo.
  • Muchos twitteros cobran grandes sumas de dinero por incluir publicidad en las aportaciones.
La publicidad subliminal es definida como la forma de llegar al receptor, o mejor dicho, a su subconsciente, por medio de imágenes que la vista no es capaz de percibir.
Así, a lo largo del siglo XX han surgido importantes casos, mayoritariamente en el cine, de anuncios, hoy en día prohibidos,que han supuesto importantes sumas de dinero para los anunciantes.

En cuanto se descubrió el impacto que estos mensajes tenían en la población, comenzaron a ser ilegales.

Mientras me estaba documentando acerca de la publicidad oculta en Twitter, me pareció un paralelismo entre dos épocas, una gran similitud y, como no, un cierto rechazo hacia esta práctica.

Soy usuario de esta red social, y he de decir que paso en ella mucho tiempo. Demasiado, según mi madre. Sigo a políticos, periodistas, deportistas y escritores, y un simple link con un vídeo podría convencerme a comprar un producto u otro.

Las grandes empresas usan siempre intermediarios para realizar esta práctica. Se ponen en contacto con cuentas que tienen un gran número de seguidores y les ofrecen entre 150 y 300 euros por twittear.
En ocasiones, ni siquiera tienes que escribir ni realizar algún esfuerzo psicológico. La empresa que llega a ti te otorga una dirección web que tu incluyes entre los ciento cuarenta caracteres.

Por ejemplo Amazon, la mayor web de compra venta por internet, pagó en metálico o con regalos al 80% de los que comentaron.

Sin embargo, las cantidades que ingresa la gente común no tiene nada que ver con lo que se embolsan los famosos. 

El rapero Snoop Dogg es un gran ejemplo, ya que por incluir marcas en sus tuits le ofrecieron cinco mil cuatrocientos euros, los cuales aceptó encantado.

Ahora me pongo en una situación que podría suceder en cualquier momento. Un usuario está leyendo lo que publica su ídolo, ya sea un futbolista, escritor o periodista. Encuentra que en uno de los mensajes hay una dirección, a la que entra.
En la página web descubre un anuncio de una importante marca de refrescos, por ejemplo. Dos horas más tarde, sale a comprar y, en una estantería, ve un producto de esa misma marca. Lo compra.

Eso es exactamente lo que buscan las empresas. Llegar a la población por medio de otras personas.
Gracias a esta práctica, evitan pagar las abusivas cláusulas que la red social impone para publicitarse en la web.

En mi opinión, si aceptas formar parte de Twitter, debes seguir sus reglas, y más si quieres obtener beneficio propio. ¿Lo harían ustedes por trescientos euros?




¡Síguenos en Twitter! @Fernando1998_f




No hay comentarios:

Publicar un comentario