Opinión.
En los tiempos de recortes, desigualdades económicas y problemas financieros, donde las deudas aprietan y la sanidad y la educación peligran, hay documentos en la administración de los cuales se podría prescindir, y ahorrar así mucho dinero. Es la vida laboral.
No ocupa más que un folio, y en él se reflejan todos los puestos de trabajo en los que ha permanecido una persona desde que comenzó su andadura en el mercado laboral.
Cuando mi madre recibió dicha carta, pensé en el gasto innecesario que supone.
¿Cuánto puede costar la tinta, los sobres y los sellos para enviar esos millones de documentos a la población? ¿Qué se podría pagar con ello? ¿Cuántas deudas se podrían cubrir.
Teniendo en cuenta que la tinta de impresora es el líquido más caro del mundo -en proporción, más incluso que el Channel-, cada página puede salir a un precio superior a un euro, sin incluir el sobre y el sello.
Además, la población activa en España supera las veinte millones de personas, a casi tres euros cada carta, la ecuación es sencilla, unos sesenta millones de euros en envíos de un papel que, en mi opinión, tan solo sirve para sacar una sonrisa y un par de recuerdos a quien lo recibe.
Con la tétrica situación económica que está azotando a España, recortar con cabeza puede ser fundamental para ver definitivamente la luz al final del túnel, dando prioridad a cosas más importantes que un simple papel.
Quién sabe si finalmente el envío será suprimido, pero, lo que está claro, es que, desde aquí, ya damos la idea.
¡Síguenos en Twitter! @Fernando1998_f
No hay comentarios:
Publicar un comentario