- División de opiniones en el mundo del graffiti con las medidas de blanqueo.
- Dar buena impresión al COI, objetivo del ayuntamiento.
Este hecho generó desde el principio un debate; ¿son realmente rentables los juegos olímpicos? Pese a las miles de explicaciones que se han dado al respecto, no se alcanza a una cifra definitiva que zanje el debate.
Presupuestos aparte, uno de los últimos enemigos que le han salido a los Juegos es el del mundo de los graffiteros, en el cual hay división de opiniones respecto a las medidas que el ayuntamiento ha tomado para convencer al Comité Olímpico Internacional de que Madrid es la ciudad idónea.
En todas las zonas cercanas a los lugares de visita de los auditores, se han blanqueado las paredes, muros y fachadas, incluso las destinadas íntegramente a la práctica del graffiti han sido blanqueadas por completo, algunas con dibujos a medio pintar.
Sin embargo, dos días después de que se marcharan los auditores del comité, esas mismas paredes ya estaban con su apariencia habitual, con los aerosoles y las brochas, con los dibujos y mil opiniones diferentes acerca de si benefició o no esta medida al gremio.
Y es que, los más jóvenes defienden que el graffiti es un arte efímera y que, tan rápido como un grabado nace puede morir para dejar sitio a otro aún mejor. Por ello, el blanqueo fue visto por ellos como una medida de limpieza, de reciclaje.
Mientras tanto, los más veteranos y conocidos, los que quieren que sus obras perduren en los muros -en parte por el tiempo que dedican a cada pintada-, dejaban mostrar su indignación por lo que, pensaban, era un frenazo a todos los procesos que habían realizado.
Independientemente de las cifras, los porcentajes y el deporte, hay una óptica diferente, una mirada distinta hacia el Madrid olímpico. Y también hay división de opiniones en esta.
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