martes, 16 de abril de 2013

Liverpool F.C, una manera de ver la vida desde el fútbol. Parte 2.


  • Análisis al spanish Liverpool y a las dos finales de Champions ante el Milán.
  • Repaso a la actualidad red.
En la historia reciente del club de Merseyside hay un madrileño que gracias a un incansable trabajo de seis temporadas, las cuales dejaron unos réditos de cuatro títulos, que escribió su nombre en la historia del club más grande en la historia de Inglaterra.

Se trata de Rafa Benítez, un intelectual, doctor honoris causa por la Universidad Europea Miguel de Cervantes, un trabajador incansable que comenzó su carrera en el mundo del fútbol entrenando a las categorías inferiores del Real Madrid, para dar finalmente el salto al Tenerife, el primer proyecto que llevaba realmente su firma.

En una temporada, sitúo al equipo en la máxima categoría y firmó un contrato de larga duración con el Valencia, donde dos Ligas nacionales y una Copa de la UEFA le abalaron el currículum para llegar al Liverpool.

Allí revolucionó totalmente la idea inglesa de ver el fútbol, haciendo triunfadora la teoría de que cada estadio es un tablero de ajedrez, de que las jugadas son experimentos que llevan horas y horas de laboratorio y que la cantera es la principal fuente de un equipo.

Cantidades incontables de canteranos debutaban todas las temporadas en el Liverpool, llegaban todos los años fichajes de futuro y las victorias colocaban al club de nuevo como favorito en todas las quinielas.

Aunque, sin duda, su gran obra llegó tan solo nueve meses después de que aterrizara en la ciudad de la que surgieron los Beattles. Después de no pelear la Premier y de pasar la fase de grupos por la diferencia de goles, todo apuntaba a que el proyecto llevaría mucho más tiempo del que se esperaba.

Nada más lejos de la realidad. Comandados por el centro del campo, el cual lo  formaban Xabi Alonso y Steven Gerrard entre otros, los ingleses eliminaron al Bayern Leverkusen, a una Juventus a la que todos daban como finalista y al Chelsea, uno de sus rivales históricos, para ganarse el derecho a comprar los billetes para Estambul.

Esa noche del 17 de mayo se obró una de las gestas que perdurarán en la memoria del fútbol.

Un Milan arrollador, entrenado por Carlo Anccelotti, se iba al descanso con tres goles de diferencia y  siendo el claro campeón para todos los expertos en fútbol.

Sin embargo, la épica se vistió de rojo esa noche y, con un recital de fútbol ofensivo, el Liverpool remontó, forzando así los penaltis.

En la tanda decisiva, Dudek convirtió esa gloriosa remontada en un título, el más preciado del mundo del fútbol, la Champions.

El título dio, unido al de la FA Cup y a la Supercopa de Europa dio alas a un proyecto que continúo a flote en el Liverpool, con cada año más españoles en la plantilla.

Dos años después, repitieron final los mismos equipos, esta vez en Atenas y con un resultado radicalmente distinto. Inzhagi destrozó en dos ocasiones a la defensa del Liverpool y los italianos se cobraron su venganza.

Sin embargo, corrían buenos tiempos para el Liverpool, y las alegrías llegaban año sí y año también. Como en el 2008, cuando aterrizó en Anfield el delantero del momento: Fernando Torres.

The kid marcó un antes y un después en la historia reciente del club, llegando incluso a ser comparado con King Keny, mote de Kany Daglish, el mejor jugador que ha vestido la camiseta red.

Sin embargo, el año siguiente la suerte impidió que el Liverpool terminase el ejercicio siendo campeón de Liga, en parte gracias a un Cristiano Ronaldo soberbio.

Dos años más tarde y sin ningún título más, Rafa abandonó el club buscando una nueva experiencia en Italia.

En las tres últimas temporadas, la inestabilidad azota a uno de los clubes más grandes de la historia. La búsqueda de un proyecto concreto  es la filosofía actual, aunque no está siendo fácil encontrarlo, y la afición está hambrienta de éxitos.

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