México guarda luto a Carlos Fuentes

• Fallece el escritor del país centroamericano.
• Toda la nación ha sufrido la pérdida del intelectual.

"Imagino, luego existo", Descartes versionado por las letras a manos de un escritor modernista, y una frase para la posteridad, un sello de vida de esos que sale a relucir en la muerte.


Eso fue Carlos Fuentes, uno de los novelistas que pusieron a México en el lugar que se merece culturalmente, alejado de la imagen sucia y triste que dan los narcos de Ciudad Juárez.

Tras una larga e intensa vida, en la que el literato recorrió el mundo junto con una pluma y un cuaderno, como los antiguos, ha muerto. La salud y la edad han condenado al que amó a Forges y al castellano como si fuera su hijo.


En el Palacio de Bellas artes, sus familiares y amigos han podido dar el último adiós al difunto, en una ceremonia preciosa, donde los llantos no fueron lo más importante, sino el recuerdo, como se debe vivir la pérdida, como lo viven los mexicanos.


Además de la literatura, la vida política ha albergado una parte del escritor, que representó su país como embajador. Un claro comunista, alabó la figura de los hermanos Castro, ganándose muchos enemigos, aunque estos resaltaban la manera que tenía de escribir.


Entre sus obras, destacan Gringo Viejo, que fue llevada al cine y Terra Nostra, con la que consiguió un gran número de ventas.


Aunque dentro del campo de las letras, no es la novela su único estilo, no renunció a los ensayos, relatos y obras teatrales.

El "irrepetible" para los mexicanos se va, ahora el dilema en centroamérica es su serán repetibles, tanto él, como el boom americano.