sábado, 24 de mayo de 2014

Opinión. Gracias Atleti

Enlace permanente de imagen incrustadaGracias a todos, gracias. De todo corazón. Aunque me duela haber perdido el partido más importante que veré nunca, aunque se nos haya vuelto a resbalar la copa de entre los dedos para caerle a otros que no lo merecieron tanto, gracias.

Gracias porque jamás, en mi vida, en el mejor de los sueños de un niño atlético nacido en los noventa, podía estar eso de vivir una final de la Copa de Europa. Qué pasada. Yo, que mi primera alegría fue un gol de Correa que nos sacaba de segunda, que sólo sufrí cuando veía que Torres se largaba en un avión para Inglaterra, estoy a las dos de la mañana en el sofá, con los ojos a la altura de las mejillas y un dolor de cabeza inaguantable, pensando en este puñetero Atleti que ha vuelto a caer cuando tenía todo en su mano.

Yo, que siempre me tocó aguantar y aguantar, conformarme con la mediocridad y vivir jornada tras jornada en una odiosa tranquilidad, me tapo la cara cada domingo, y me asalta el miedo de poder perder los títulos que más valen del mundo.

¿Quién me iba a decir a mí, que los sábados por la tarde, de camino al Calderón, solamente escuchaba historias del pasado, que pensaba que nunca podría contar algo así, que ahora, intento sin éxito escribir algo que me dure toda la vida?

Nadie, no me habría creído nada, porque son cosas que no entraban ni en la fantasía, hasta que vino de Avellaneda nuestro primer ídolo, la primera palabra de los atléticos de mi generación: Simeone.

Ese genio que ha hecho del Atleti una máquina humana que sufre y disfruta sin perder la precisión, que mezcla la pasión más exacerbada con una cordura incalculable.

Porque el Atleti de ahora, es la ceniza del Metropolitano, el orgullo de los barrios obreros que se volcaron en sus inicios con uno de los más grandes, con uno de los suyos.

Porque este Atleti es la utopía de los socialistas utópicos, el sueño de Luther King, la lucha que envidiaría todo revolucionario, el abuelo que todos tenemos y no puede verlo con nosotros. Porque este Atleti es una mezcla de todos los pedacitos de la historia simplificada en un equipo de fútbol. Y qué equipo.

Este Atleti, este equipo que me niego y me negaré a llamar club, se compone de once pequeños guerreros, duros como un gol en el último suspiro, que se dejan el alma en cada centímetro cuadrado del campo.

Hoy hemos perdido. Hoy no ha podido ser, y no hay excusas, sí mala suerte, pero ya se ha pegado a los genes. Va a costar mucho sacarla, pero qué fuertes nos hace. Nos hace tan fuertes que, ahora mismo, nos da ese orgullo que nos va a servir para aguantar el día. Y la semana. Y toda la vida que nos queda, soñando para qué, de una vez por todas, demos las gracias con la Copa en casa.

Pero a los que hoy no han podido dárnoslo, muchas gracias. Muchas gracias y buen viaje, campeones.


martes, 6 de mayo de 2014

Entrevista a Alassane Diakité


  • Entrevista con el jugador del Canillas "Lass", protagonista de Diamantes Negros.


Usted vino a Europa para ser futbolista. ¿Cree que realmente valía para un equipo grande?
Sí, yo creo que sí, vine con la ilusión de ser como los que juegan en los grandes, pero desgraciadamente no pudo ser así.
¿Mantiene ese sueño, el de acabar en un equipo de Primera o de Segunda?
Sí, la verdad es que sí, ese ha sido mi sueño desde pequeño y es cierto que todavía lo mantengo, aunque ahora empiezo a ver la realidad. Aunque si me quedo con lo que tengo, también voy a ser feliz.
Cuéntenos brevemente su historia su historia desde que salió de Mali.
Lo cierto es que es un poco larga. Primero tuve que dejar de estudiar por el fútbol, y como no tenía ayuda, nos tuvimos que centrar en el fútbol. Tanto este representante como el presidente del club me convencieron de que podía ser el nuevo Eto´o.  Me llevaron a París, a vivir a casa de uno. Pasó mes y medio y mi situación no cambió. Por eso, decidí salir de allí.
Llamé a mi primo y me vine a jugar a un torneo de inmigración. Dentro de ese camino, me impactó que cuando un club portugués se interesó en mí, dijeron que mi presidente pedía derecho de formación, pero también era mentira.
¿Guarda rencor a la gente que le engañó?
No, sinceramente no. Rabia sí tengo, porque veo que ese sueño que tenía fracasó. No tengo rencor, pero ahora debo ayudar a todos los diamantes negros para acabar con esa tragedia.
¿Cómo se sintió al saber que se iba a realizar una película sobre su vida y que usted sería uno de los protagonistas?
Lo primero que se me pasó por la cabeza fueron los momentos difíciles, y siempre que los dos actores actuaban, me venían los recuerdos.
Pienso que si no saco yo todo lo que he vivido, seguirán engañando a más niños.
Dentro de esta historia, nos gustaría quedarnos con el mejor y el peor momento.
El peor es cuando me creo que voy a cumplir ese sueño. Eso es lo que más me dolió, nunca esperé esas dificultades.
El mejor es el momento actual, todo se ha convertido en alegría y estoy informando a estos niños, sean blancos o negros.
Hemos visto que en la película lleva la bolsa del club. ¿Fue idea suya o del Canillas?
Fue simplemente porque como juego en el Canillas, y ellos quieren colaborar, le tuve que dejar toda mi ropa y la bolsa de deporte. No fue publicidad.

¿Le gustó el papel que representó en su película?
Al principio, me hubiera gustado hacer otro papel, porque pensé que era de mala imagen vender droga a niños inocentes, pero tuve que colaborar, que fue lo importante, y así lo hice.

¿Qué es lo positivo que has sacado?
Pues lo positivo es que ahora los niños y las familias están informados, y es cierto que la mayoría de personas hacen bien esos traspasos de menores,  pero hay personas que abusan de ese sentimiento por el deporte.
No dejéis que nadie haga eso con vosotros.

-Primero le llevaron a Francia pero después ha acabado en España ¿Cree que realmente tiene que agradecer haber acabado en nuestro país?
Sí, la verdad es que sí porque tanto para mí como para muchos de los chicos que conocí en mi camino, nuestro objetivo era pasar por Francia, adaptarnos al fútbol europeo, que no tiene nada que ver con el de África, y luego, una vez que lleguemos a ser grandes, entraríamos en España porque nosotros creemos que el mejor fútbol del mundo se juega en España a través de los clásicos, los derbis, etc. También tuvimos la oportunidad de tener algunos futbolistas de nuestro país en la liga española, como  Kanouté y Diarra, y ellos nos hicieron creer a nosotros que podíamos llegar todos a España y triunfar, entonces ver que el destino me llevó a España al principio fue muy duro, pero al final me metí en el carro y en el tren del fútbol.

- ¿Le gustaría poder traerse a su familia a vivir a España?
Me encantaría. Primero para que tengan los ojos abiertos, que vean que el mundo es grande, que Europa es medio paraíso, pero no lo es todo porque hay gente que sufre y que lo pasa muy mal aquí, y que se den cuenta de las realidades, que aquí no coge nadie dinero del suelo y hay que currárselo para conseguirlo, porque ellos están en una oscuridad grande porque piensan que nosotros aquí somos todos ricos.

-¿Les enseñaría su película? ¿Cree que se sentirían orgullosos?
Sí me gustaría, no a solo mi familia sino a los niños africanos, para que sean conscientes de lo que hay, que no se crean todas las promesas que les hacen. Si vienen en pateras es decisión de ellos pero los que vienen engañados… yo sinceramente me gustaría que esa información llegara a África para evitar que los niños acaben en la calle.

- Por lo que sabemos no ha vuelto a ver a su familia desde el momento que se mudó a Francia, ¿eso es verdad? Si es así, ¿Piensa en volver a verlos?
Sí me gustaría, de hecho les vi cuando tuve que ir con el grupo de Diamantes Negros al rodaje en mi país, estaban contentos y orgullosos de mí, pero lo que pasa es que piensan que voy a llenar maletas con dinero para mandárselo como si ya ganase dinero como Kanouté, ahora mismo mi preocupación es esa, pero estoy bien aquí y me gustaría seguir viviendo aquí.

-¿Qué le parece su trabajo actual? ¿A qué se dedica?
Me dedico a lo que más me gusta, que es jugar al futbol y sobre todo entrenar a los niños, intentar enseñarles lo poco que sé de fútbol e intentar hacerles saber la otra parte del fútbol o de la vida en general. Vosotros tenéis oportunidades aquí, vuestros Gobiernos han trabajado mucho para poneros en condición, y vuestros padres también y hay que valorar esos esfuerzos y hay que seguir estudiando y jugando al fútbol, pero no hay que tomarse nada en broma porque la vida es muy cara y yo intento transmitir ese mensaje a los “diamantes blancos” y a los pocos “diamantes negros” que me he encontrado en los equipos que entreno.

-La FIFA ha sancionado al Barcelona por el tema de contratación de jugadores extranjeros, menores de 18 años, para su cantera, aunque después todo ha quedado en suspenso, ¿Qué podría decirnos sobre este tema?
Solo la FIFA sabe cómo lo hicieron, lo que pedimos los “diamantes negros” es que sea legal, que no cojan ningún niño sin cumplir las normas porque si hay un problema o te lesionas te dejan tirado, te dan un pequeño dinerito y te callan, y al final el que sale perjudicado es el niño y su familia. Desde aquí pedimos una vez más que busquen soluciones para proteger a estos niños futbolistas.

-¿Cree que para los jóvenes africanos, deportes como el fútbol y el atletismo son una buena oportunidad para llegar a Europa?
Sí, una gran oportunidad porque las posibilidades que tenéis aquí vosotros no las tenemos nosotros allí. Queremos cumplir nuestro sueño y pensamos que aquí lo hacéis bien, entonces nosotros queremos venir todos aquí para tener esas oportunidades.

- ¿Quiere añadir algo más?

Desde aquí los “diamantes negros” os mandamos un gracias infinito. Nosotros ya lo hemos vivido, espero que vosotros no lo viváis y que sigáis estudiando y jugando al futbol, a los que lleguen a ser profesionales iremos a aplaudirles y para los que no lleguen que juguéis al futbol en los equipos de barrio, que seáis felices y que nadie os engañe.