- El "asesino de Tolouse" ya ha sido capturado.
- Se declara muyahaidin, en contra de los que pensaban que era neonazi.
Pero en el siglo XXI, los neonazis han intentado volver a implantar todo lo que se expresaba en Alemania, de manera más light en los mítines, pero igual de radical en campos de fútbol -muchos colectivos ultras responden a este avatar- o simplemente, en bares y locales.
Hay que decir que ya la llama antinazi se ha hecho más grande de lo que ya era después de dos atrocidades que deben ser condenadas con la mayor pena que se pueda aplicar en el viejo continente.
El primero fue el producido por el monstruo noruego Breivic, armado hasta los dientes, se presentó en un congreso socialista y mató a cientos de personas, acompañando su duro crimen con un atentado en Oslo.
Movimiento muyahaidin.
Se fundamenta en la manera más radical de representar una idea religiosa, siendo la seguida en varios países musulmanes.
Aunque ha sido esta semana cuando más nos ha chocado, posiblemente porque haya sido en Francia, nuestro país vecino. Un nacionalsocialista moderno, acudió en moto a un colegio de judíos y asesinó a cuatro niños y un profesor, así como dos padres, causando la conmoción del estado más poderoso junto con Alemania y Estados Unidos.
Mientras Europa lloraba, la policía francesa se dedicó a emprender una búsqueda exhaustiva, con orden de tirar a matar para capturarle. Ayer, finalmente, fue descubierto, siendo tapado por su hermano, también detenido.
Ahora, el sujeto se ha declarado yihaidista, muyahaidin para ser más concreto, un extremista que representa el dolor y el horror, defendiendo su religión con asesinatos.
Tras todo esto, ¿está el movimiento nazi muerto? ¿Y el extremista musulman? Yo pienso que no, y hay que erradicarlos por el bien de Europa.
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