- El próximo rival del Atlético de Madrid, el Lazio, sigue siendo un club marcado por la influencia del fascismo.
- Mussolini se declaró seguidor de los celestes en un primer paso para acercarse a las masas.
Es el caso del Olímpico de Roma, el estadio de la Lazio, un equipo formado en el seno del ejército, siempre ha estado ligado a la extrema derecha, que le ha proporcionado una gran fuente de ingresos.
El próximo rival del Atlético de Madrid en la Liga Europa, tiene una afición que silva a lo jugadores negros, incluso a los de su propio equipo, que suelen abandonar rápidamente la industria filo-franquista.
Uno de los ídolos de los tifosi, Paolo Di Canio, fue multado varias veces por celebrar goles con el saludo fascista y llevaba en el cuerpo tatuado el nombre del dictador italiano durante buena parte del siglo anterior.
El jugador, saludando a la grada. |
La rivalidad con el AS Roma va a mayores y los jugadores, a menudo, se pelean en los partidos o se niegan el saludo mutuamente, como Totti y el ya nombrado capitán celeste, que tuvieron sus más y sus menos derbi tras derbi, incluso cuando el blanquiazul ya se había retirado. En un encuentro, la Roma venció por 0-3 y Francesco se dirigió al fondo sur del Olímpico, donde puso los pulgares hacia abajo y gritó "¡A segunda!" Finalmente, se salvaron.
Pero sin duda, lo peor, son las pancartas que se exhiben cada domingo, entre las que destacan las de apoyo al "tigre de Arkan", jefe de los militares serbios en la guerra de los balcanes, donde cometieron atrocidades en terreno bosnio y croata, junto con las alegaciones "Auswith, vuestra patria", en un encuentro frente al Wisla polaco.
Además, muchas veces han marcado de forma significativa el comportamiento de los jugadores, ya que muchos han abandonado el club, haciendo caso a sus principios. Por ejemplo, los dirigentes exigieron a Verón que se tapase el tatuaje del "Ché Guevara" y que dejase de enfrentarse con los aficionados. Pero el mediocentro hizo caso omiso a lo que le digeron e incluso hizo el saludo comunista al abandonar el equipo.
Según nuestros compañeros de "Mundo deportivo", Klose, el punta alemán de origen polaco, se mostró "furioso" por la pancarta con el lema "Klose Mitt Uns", haciendo alusión al lema nacionalsocialista sustituyendo el "Gott", por el nombre del jugador.
Aunque si en un extremo están los romanos, en el otro está el Livorno, equipo italiano vinculado a la clase obrera, que siempre ha mostrado su desaprovación ante sus rivales de los que pidieron, incluso su desaparición frente a la federación italiana. Ellos también tienen a su ídolo, Cristiano Lucarelli, que celebró con el puño en alto, a lo guerrillero socialista un gol en el Olímpico y mostrando una camiseta con la foto del "Ché".
Desde luego, mañana el Atlético de Madrid sufrirá una afición racista, intolerante y que vive en el pasado, pero quien sabe si cabará siendo un motivación para los jugadores extranjeros en su empeño por batir al meta.
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