lunes, 20 de febrero de 2012

El hombre que no es humano

  • Los de Guardiola tiran de calidad y golean por 5-1 a un Valencia sin recursos.
  • Sólo Alves hizo algo para evitar el chaparrón, que pudo ser mayor.
 El Barça ha vuelto, ha vuelto a tener la pelota, a valorarla como si se tratara de un diamante, de un Rolex o de cualquier bien material -o inmaterial- preciado.
Así fue como logró doblegar a un Valencia sometido, que renunció al partido tras el tercer gol de los culés y al fútbol desde el minuto uno.


El partido se trabó los diez primeros minutos, ya que el Valencia, escudado en Feghouli y los desmarques de Piatti, aniquiló al Barcelona. 

Sin embargo, en cuanto los medio recuperaban la pelota, empezaba el baile, Iniesta, un auténtico mago que "no se peina con cresta, ni se pone tatuajes" pero que tiene el honor de haber puesto ha todos los estadios del país en pie tras su gol en Sudáfrica, Así, el manchego manejaba el cuero y tanto Fábregas como Alexis corrían para recibir y mover rápidamente la bola.


Así fue como llegó el empate, Iniesta tocó con Messi que, imparable batió a Alves. Más tarde, en el minuto veintisiete, un centro de Abidal tras pase de, quién si no, Iniesta, se topó con el meta, pero no perdonó en el rechace, 2-1.


Hasta el final de la primera mitad, hubo tiempo para ver al brasileño parar como nunca, dando un inútil recital que sólo sirvió para magullar sus manos en la carrera hacia la titularidad. Primero fue Messi, después Alexis, Pedro, todos se toparon con el muro valencianista.


El Camp Nou ovacionó como nunca a su equipo, que, por fin esta temporada recompensó a la grada.
 

La segunda mitad fue un calco de la primera, pero sin Pedro y con Tello, un canterano que mejora con el tiempo y gana una experiencia necesaria si quiere triunfar en el Barça. 

De nuevo, el meta ché se lució hasta que en el minuto setentaicinco, tras un cabezazo de Leo al largero, cuando el argentino volvió a batir al Valencia. 3-1, los locales sentenciaron y terminó el paseo para que comenzara el pasillo.

Así, Tello e Iniesta eran el tambor que marcaba el ritmo que bailaban tanto Fábregas como el crack argentino.

Así, en los compases finales, dos vaselinas soberbias de Messi y Xavi -que entró en la segunda mitad sustituyendo a Busquets- pusieron el 5-1 final, la manita y dieron un golpe anímico brutal al Valencia.
 
Tanto Messi como el Barça ha sacado su fútbol, ha vuelto a poner el sello Guardiola a las jugadas y, pese a la distancia que le saca el Madrid -10 puntos-, vuelven a meter miedo a Europa. El Barça ha vuelto. Quédate.





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