El
turco Arda Turan, que ya ejerce de Xavi y el “nuevo guaje” Adrián lideran al
Atlético en su victoria frente al Zaragoza.
Ayer Manzano pudo dar las gracias
mil veces a los jóvenes rojiblancos, pero, especialmente a Turan y Adrián. El
otomano ya llevaba bastantes partidos demostrando que era el mejor del Atleti,
pero el asturiano ha sido un descubrimiento para Manzano. En la pretemporada se
había alzado como máximo goleador, pero para los partidos importantes el cuerpo
técnico había optado por los apellidos más que por la entrega; sin embargo, el profe, que ya le había visto las orejas
al lobo tras la goleada recibida en San Mamés (3-0) y que se jugaba el puesto
de trabajo, cambió radicalmente el esquema de juego. Castigó a Reyes por sus
inapropiadas declaraciones en Bilbao, cosa que no hizo más que enfadar a una
afición que sigue luchando por lo que es suyo, el Atleti.
En la ribera del Manzanares
siguen protestando contra el dominio de Cerezo, pidiendo elecciones y un cambio
urgente. El técnico no gusta y se demostró cuando todo el campo cantó al
unísono el nombre de Luis Aragonés, un referente para una hinchada que añora
los tiempos del sabio como jugador.
Todos los males se pasaron
pronto, cuando el mejor jugador sub-21 de España remató un delicado balón que
habían colgado desde la banda de manera magistral. El Calderón bajaba sus humos y en el palco
respiraban. Solo 20 minutos más tarde, Gabi, empeñado en rematar a su ex equipo,
botó una falta al segundo palo, donde el uruguayo Godín la dejó muerta y el
internacional Domínguez la traspasó al fondo de las mallas. La primera parte se
acababa y con ello se espantaban los fantasmas que en la noche de todos los
santos anticipada rondaban por la Arganzuela.
En la segunda mitad, Filipe Luis se incorporó al ataque y,
tras recorrerse la banda y dar un pase de la muerte al ex del Depor, quien en
esa jugada sentenció el partido con el
tercer gol, siguió creando peligro por la izquierda y siendo contundente
defensivamente.
A 10 minutos para el final, los
maños marcaron el gol de la honra.
El estadio de los que en un
pasado reciente conquistaron Europa está que hecha humo y, quien sabe lo que
puede pasar si el próximo jueves no vencen al Udinese.
Manzano me parece un mal entrenador, no deberían despedirle hasta el mes que viene.
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