jueves, 29 de diciembre de 2011

Animar no es destruir


  • Las gradas de Argentina, las más peligrosas del mundo.
  • En el último año, dos seguidores perdieron la vida tras asistir al estadio.
  • La "barras bravas", culpables.
La gloriosa (San lorenzo) La 14 (Lanús)La 12 (Boca)

Para los argentinos no hay término medio en lo que al deporte se refiere, es el pueblo más entusiasta del mundo y eso se contagia a las gradas. Cada año, los torneos Apertura y Clausura nos dejan imágenes inolvidables sobre cómo hay que animar a un equipo cuando pasa un mal momento, sobre cómo dar colorido a los estadios y nos dejan cánticos más que ocurrentes en los que ni se ofende al rival, ni se insulta a su afición.
La gloriosa (San Lorenzo) Guardia imperial (Racing Club).

Sin embargo, la grada está manchada. Y lo está por las barras bravas, grupos de gente que se concentra cada domingo en la cancha de su equipo para "alentarle hasta el final del partido, sin importar el marcador", cómo expresó un aficionado al fútbol al salir de un encuentro. Pero desgraciadamente no es lo único que hacen. Hay una minoría que da mala fama al resto por su mala vida, porque les gustan las drogas y el trapicheo, porque son violentos y, sobre todo, porque son como una mafia  que ataca, nunca sola, a los contrincantes.


Las escuadras de este país se hacen fuertes en sus estadios, donde la gente crea un fortín infranqueable, en el que las armas son gritos, bufandas, banderas y bengalas. Los jugadores nunca son criticados por sus propios hinchas y saben que, pase lo que pase, la hinchada siempre estará.


El problema aparece cuando, antes de acudir al estadio, los ultras han bebido, es entonces cuando, si el local recibe un gol, rompen los asientos, asaltan el campo o esperan al pitido final para tomar las aceras.
Borrachos del tablón (River Plate)


El pasado mes de noviembre, un seguidor de Banfield recibió un disparo en la cabeza, tras el partido frente a Estudiantes de la Plata. El suceso conmocionó a toda Argentina y, tras el asesinato los radicales que estaban con él cuando esto sucedió, prometieron venganza, lo que hizo incrementar la seguridad en la ciudad casi un 10 por ciento.


Pincharatas (Estudiantes de la Plata)
La Banda del Sur (Banfield)
Los Guerreros (Rosario Central)

En Mayo de 2011, cuando River Plate, el club más laureado del mundo, consumó su descenso a la Nacional B, los seguidores destrozaron Buenos Aires, se enfrentaron a la policía y mantuvieron a los equipos casi dos horas encerrados en el Monumental, mientras ellos intentaban saltarse el cordón policial.


Según un estudio publicado en Argentina, de autor anónimo (hay mucho miedo a estos colectivos), son las más peligrosas del mundo, ya que, es el único país en el que hay una media de 2 asesinatos al año, muy por encima de Colombia, el segundo, con una medio de 1,2. Los estadios suelen estar situados en la periferia de las ciudades, aunque, las villas con más conjuntos, suelen no tener la posibilidad de juntarlos todos en las afueras, y necesitan doblar la seguridad.
Es muy extraño encontrar tiendas cerca de los campos de fútbol, ya que sería peligroso ponerlas y más si tienen algo de valor en los escaparates. Lo único que puede verse, similar al comercio son puestos donde los fans compran todo el merchandaising de su equipo.


Insuperables (Newells)  Los diablos (Independiente)

En Avellaneda se concentran dos de las aficiones más peligrosas de todo el continente, la de Independiente y la de Racing, que llevan su rivalidad a los extremos y, uno de los objetivos de la policía, es que no se encuentren en las calles los días de derbi. Hay que decir, que son precisamente los de Independiente, el único equipo junto con el Boca Juniors que no ha descendido, los que más problemas dan, puesto que, hasta en su propio campo son abucheados por los demás seguidores, que no quieren ser comparados con los "delincuentes", como son conocidos allí.


Tienen la manera más original de animar, hasta un paraguas con el escudo sirve para llevar en volandas a su escuadra hasta el final, pero, como en algunas aficiones de Europa, hay colectivos que manchan la labor de todo el estadio. Por eso, cito al diario Olé, en su publicación tras los destrozos en la capital durante la celebración del último Apertura logrado por Boca: Con estos, no.
Documental de la televisión argentina. Parte 1.
Porque tiene que quedar claro que animar no es destruir.




Documental de la televisión argentina. Parte 2.

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